Blog

Los huertos circulares son una alternativa de producción que se está aplicando actualmente en sur del Tolima, Colombia. Esta práctica se ha convertido en una estrategia fácilmente adoptada por las comunidades de esta zona. Pueden producir de manera rápida, mejorar las condiciones del suelo, ayudar con la diversidad del cultivo, regular el clima y por supuesto, incentivar el trabajo comunitario.
Es una iniciativa que ha sabido demostrar sus bondades y beneficios a todas las comunidades y familias que la han implementado.
Este método es una práctica de las comunidades indígenas Pijaos, siendo la cosmovisión que ellos han desarrollado en su espacio geográfico y cómo a partir de este son ellos los que han puesto su acento en buscar nuevas formas de producir en armonía con la naturaleza. Estas vías son realmente importantes en zonas tan secas y con altas temperaturas como la que se encuentran en el sur del Tolima.
¿Cómo se construye un huerto circular?
Primero selecciona un lote plano con drenaje y que esté condicionado para las necesidades del cultivo, luego se limpia el área de arbustos, rastrojo y pasto para elegir un centro o punto de partida. A partir del centro se miden 90 centímetros y se traza una circunferencia. Luego se miden 60 centímetros y se traza una segunda circunferencia, seguida de una tercera a los 130 centímetros. A partir de ahí, se sigue repitiendo el patrón 60/130 hasta donde finalmente se quieran proyectar estos anillos del huerto.
Se hace un canal recto de acceso que atraviesan los anillos que miden 60 centímetros de ancho, marcando las circunferencias para no perder el diseño y se empieza a picar el primer zanjón entre las medidas de 90 centímetros. La tierra se apila sobre los círculos formando terraplenes y camellones. Finalmente se empareja la tierra, se aplica bono orgánico y se riega para proceder a sembrar, aplicar el mando de bosque y ubicar las hojas de cobertura.
Básicamente el huerto circular tiene esta forma porque en primer lugar, lo que hace es airear el suelo a través de estos camellones y darle una profundidad más efectiva. Una vez que se han hecho las zanjas a la parte superior donde se encuentra toda la tierra que se ha removido, se le aplica materia orgánica a fin de mejorar la cantidad de nutrientes que tiene el suelo. Estos últimos se pueden observar en la gran entidad de micro-organismos y lombrices que no solamente se incorporan al sistema, sino que también se desarrollan en torno a este.

Raul Mannise
Puede parecer algo un tanto loco o una cosa de hippies, pero los beneficios generados a nuestro salud por la simple acción de abrazar a un árbol y entrar en contacto con él, se han demostrado científicamente. Este fue uno de los temas tratados por Matthew Silverstone, en su libro “Cegados por la ciencia”.
Para entender mejor cómo funciona esto, el autor usa el ejemplo del agua. Al beber un vaso de agua, que tiene una vibración de 10 Hz, la vibración de la sangre se ve afectada inmediatamente. Lo mismo se aplica al contacto con la naturaleza, en especial por el tacto.
Los estudios han demostrado que esta influencia contribuye a mejorar la salud y puede contribuir al tratamiento de enfermedades comunes, tales como la depresión, dolores de cabeza, hiperactividad y déficit de atención.

La lombricultura es una actividad basada en criar a una especie domesticada de lombriz (Eisenia foetida) como una herramienta de trabajo, obteniendo como resultado lombricompuesto, carne y harina de lombriz.
La lombricultura se puede aplicar en vario ámbitos, principalmente en:
Lombricultura doméstica practicada por personas con alto sentido de la ecología que reciclan sus residuos domésticos, de cocina y jardín.
Para el tratamiento de residuos orgánicos contaminantes, tales como restos de cosechas, desperdicios de restaurantes, estiércoles, residuos industriales de origen orgánico (mataderos, papeleras, agro industrias...), etc.
La lombricultura como una actividad empresarial, con la finalidad de obtener composta para su comercialización, venta de las proteínas de las lombrices, o para el tratamiento de residuos.
Ventajas de la lombricultura
- El origen de la cría intensiva de lombrices rojas californianas se dio a partir de los años 50 en California (EEUU). Hasta hoy es la especie más cultivada en el mundo entero dada su rusticidad, tolerancia a los factores ambientales (pH. temperatura, humedad), potencial reproductor y capacidad de apiñamiento.
- Existe una gran demanda de lombrices y humus de lombriz en Europa, mientras que los mercados potenciales para la exportación son pocos entre ellos África, Arabia y Asia.
- La cría de lombrices no requiere grandes inversiones, espacios, infraestructura ni tiempo.
- Quienes practican la lombricultura directa o indirectamente, están ayudando a mejorar la calidad de los suelos de nuestro planeta de manera natural y económica, aportando a la reposición del humus, elemento indispensable para la vida vegetal.
- A través del humus de lombriz se restauran tierras que han sido devastadas por la erosión continua producida por ciertas explotaciones agrícolas, el uso continuo de fertilizantes artificiales, y muchos otros factores degradantes.
- Un suelo sano con ayuda de las lombrices, provee a la ganadería de proteínas de alta calidad y bajo costo.
- Para un productor agropecuario, la cría de lombrices puede ser doblemente benéfico, por un lado la lombrices se harán cargo de los desechos orgánicos de sus animales y hasta los transformarán en humus, por lo que también puede dedicarse a la venta de lombrices y humus.
- Si su actividad está orientada a la horticultura o floricultura, puede utilizar el humus para fertilizar sus tierras.
- El humus se puede vender en viveros y a los campos donde se practica deportes como golf, fútbol, etc.
- La harina de lombriz contiene del 60 al 80% de proteína cruda que le ubica como uno de los alimentos de mayor calidad que se pueda encontrar en la naturaleza. Sus propiedades se pueden utilizar para producir carne de altísima calidad y a muy bajo costo; con una rentabilidad y productividad no alcanzada jamás por otra actividad destinada a la obtención de carne.
- La carne de lombriz se puede utilizar en forma cruda y directa como cebo para peces, como complemento proteico para aves, peces, ranas, cerdos.
- Por sus propiedades , existen alternativas que ofrece a la lombriz roja para la alimentación humana.
- De la lombriz se pueden obtener otros productos base para la industria farmacéutica. A partir del líquido celomático, se han producido antibióticos para uso humano.
- Características como el no sangrar al producirse un corte de su cuerpo y ser totalmente inmune al medio contaminado en el cual vive, como la elevada capacidad de regeneración de sus tejidos, son motivos de investigación para la aplicación en el ser humano.
Descarga Manual Lombricultura AQUÍ

Todos hemos sentido alguna vez que estar en un entorno natural no solo es muy agradable, sino que además nos hace sentir mejor y nos carga las pilas. ¿Por qué nos pasa esto? Evidencia reciente comprueba que al rodearnos de árboles y aire puro sufrimos menos ansiedad y menos depresión, entre muchos otros beneficios.
Mirar el horizonte desde la cima de una montaña, al atardecer. Caminar por un bosque húmedo, sintiendo el olor de las hojas mojadas después de la lluvia. Meter los pies en las arenas de una playa silenciosa y sentir la brisa del mar chocando con nuestra cara. Respirar aire ciento por ciento puro, con los ojos cerrados, y sentir cómo nos limpia los pulmones. ¿Habrá algo más rico que disfrutar de la naturaleza, solos, en pareja o en familia?
Todos hemos sentido alguna vez que estar en un entorno natural nos carga las pilas. No necesariamente tiene que ser en un lugar verde, como se podría pensar: también salimos como nuevos después de estar un par de días en lugares áridos como el desierto o la montaña, donde la amplitud de los paisajes aquieta nuestros espíritus, usualmente agitados con el apuro de la vida urbana.
No se trata solo de conjeturas o de experiencias empíricas: cada vez hay más investigaciones científicas que comprueban cómo y por qué nos hace tan bien rodearnos de naturaleza
La finlandesa Eeva Karjalainen, del Finish Forest Research Institute, es una de las científicas que más han estudiado el tema. Según sus hallazgos, el contacto con la naturaleza reduce la ansiedad y agresividad, mejora el ánimo y aumenta la sensación general de bienestar. Además, la doctora concluyó que la gente que vive en entornos naturales se recupera más rápidamente de situaciones estresantes.
Esto, explica, tiene que ver con asuntos físicos: la tensión muscular, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y el nivel de hormonas asociadas con el estrés se normalizan con más facilidad en espacios naturales que en los urbanos. Es, simplemente, volver a nuestra esencia profunda. Pero también hay explicaciones más holísticas, que sugieren que al entrar en contacto con la naturaleza los seres humanos nos sentimos como una parte del universo y nos conectamos con la divinidad. Según la revista estadounidense Science Daily, esta sensación de pertenencia nos ayuda a superar el aislamiento y desarrollar habilidades ‘blandas’, como la empatía, la flexibilidad y la capacidad de aceptar la crítica, que nos hacen vivir de manera más feliz.
La Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, California, también ha reunido evidencias en este sentido. En su página web oficial, apunta: “Es muy posible que los médicos terminen por recetar una caminata por el bosque en vez de la ingesta de medicamentos para tratar algunos males”, dice, y rescata el concepto de ‘desorden por déficit natural’, creado por el doctor Richard Louw. Según este médico, en espacios con naturaleza pensamos mejor, somos menos hiperactivos, sufrimos menos ansiedad y menos depresión. O sea: se suma lo positivo, se resta lo negativo.
Peso y psicología
Esto de rodearse de naturaleza tiene que ver también con el bienestar del cuerpo. Todo indica que al vivir cerca de parques hacemos más vida al aire libre. Jugar a la pelota suele desplazar los sedentarios videojuegos y la bicicleta se convierte con más facilidad en un medio de transporte apto para incorporar en la vida diaria. Además, caminar rodeada de edificios no tiene el sabor agradable de andar a pie bajo la sombra de los árboles o sintiendo el ruido de un riachuelo. ¡No por nada se habla de las ciudades como selvas de cemento!
Un estudio holandés publicado el 2003 por la revista Journal of Environmental Psychology confirmó que mientras más verde sea el entorno, más actividad física se practica. Faltaba, entonces, comprobar que esta relación tiene un efecto directo en el peso corporal promedio de los habitantes de zonas en las que abunda la naturaleza. Por eso, un grupo de científicos de la Universidad de East Anglia, Inglaterra, relacionó los índices de obesidad y sobrepeso con los de accesos a áreas verdes. Los resultados, publicados en revistas científicas el 2010, confirmaron sus sospechas: las personas que viven alejadas de parques y plazas tienen un 27% más de incidencia de sobrepeso. Es un porcentaje altísimo, considerando lo difícil que es perder esos kilos de más y lo bien que su pérdida les hace a nuestra salud y autoestima.
“Estos hallazgos a veces nos hacen preguntarnos: ¿realmente necesitábamos que un científico nos diga esto?”, apunta la revista Science Daily, sorprendida por el hecho de que los seres humanos necesitemos tanta evidencia para reparar en algo que pareciera ser una perogrullada como decir que la naturaleza nos hace bien. Pero la información disponible es tan potente que hoy incluso hay una nueva corriente psicológica que invita a recurrir al mundo verde con fines terapéuticos: la ecosicología.
“Su principal postulado es que lo que es bueno para el hombre y lo que es bueno para la naturaleza están más cerca de lo que se cree”, explica Mary Gomes, psicóloga y académica de la Sonoma State University, EE.UU., en la revista Insights, publicada por su universidad. “Muchos de los cambios que llevan a una vida más satisfactoria y con más sentido también promueven un lazo más sostenible y sensible con la tierra. Del mismo modo, en muchos procesos responsables de la destrucción ecológica está la raíz del sufrimiento psicológico humano”.
Según la especialista, la ecosicología no solo invita a estar más en contacto con la naturaleza, sino que además propone una vida con menos consumo y hábitos alineados con los ritmos propios de la madre natura. Una invitación que, sin duda, vale la pena.